domingo, 16 de septiembre de 2007

PARECE QUE FUE AYER


La nostalgia se apodera de mis sentimientos cuando recuerdo aquellas tardes de primavera y verano en los verdes de Pilar.

Hace algo así como treinta años muchos domingos por la tarde el Arroyo Carabassa nos esperaba para jugar con nuestros hermanos. Todo transcurría como en un parque natural de diversiones, jugabamos en el agua con flotadores improvisados, hacíamos alguna fogata, juntabamos semillas para hacer percusión. Creo que hoy no podría precisar bien el lugar pero en mis recuerdos está el camino al campo de “Trenchi” donde ibamos a menudo con mi papá.

Otro lugar que nos recibía con su calides era el Río Luján, frente a donde hoy esta el Barrio Soles del Pilar. Pescabamos mojarritas y bagres, andabamos en bicicleta en una tosquera cercana y esperabamos ver el tren pasar por el puente de “fierro”. Allí los chicos no teniamos permitida la zambullida, pero los grandes sí.

ERAN TIEMPOS DE VIVIR CON LA NATURALEZA.

Que nos paso en estos años? Muchos dicen que le hemos dado la espalda al río. Todavía nos cuestionamos: si lo seguimos contaminando?, si vale la pena salvarlo?

Quisiera insistir desde mi lugar de pilarense que todos los que vivimos y hemos disfrutado de este pueblo, que nos cruzamos en la calle y nos reconcocemos aunque mas no sea con una sonrisa; busquemos en el baúl de los recuerdos y encontremos en el legado de nuestros padres y abuelos la razón para cuidar este hemoso Pilar en el que hemos elegido vivir.

Muchos encontramos EL LUGAR para cuidar y ponemos diariamente nuestro esfuerzo para conservar este pedacito de tierra que nos sigue perteneciendo a todos los pilarenses.

En la Reserva Natural recordamos ahora con nuestros hijos los hermosos momentos que de niños pasabamos en contacto con la naturaleza. Atardeceres soñados, presencia y canto de pájaros todo el tiempo, algún lagarto overo que se escapa al percibir nuestra presencia y el regalo mas grande: ver jugar cual gatitos, tres lobitos de río.

Quien podria evitar la angustia ante el sufrimiento del lugar que ama?

Solo nos queda para los que creemos en Dios, pedir con todas nuestra fuerzas, que cada uno de nosotros como ciudadanos cumplamos nuestra misión en este tiempo y cuidemos la naturaleza que hoy tenemos en nuestras manos.

Ing. Marina Andrea Lemos

ingmarinalemos@gmail.com

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